Angie y Abril… de Danzas Árabes, talento y sangre joven
Inseparables desde que el baile las unió cuando tenían 10 y 6 años respectivamente, llevan 14 haciendo lo que les gusta, recorriendo la provincia y el país y ahora dedicadas a perfeccionarse y enseñar.
Exponentes locales de una expresión milenaria, repasan parte de las vivencias que han compartido juntas. Desde algunas risueñas hasta otras no tanto pero siempre con lo artístico como nexo. «La danza te lleva a otros lados, a conocer otras culturas, eso también es hermoso» relatan y recuerdan cuando fueron a las primeras clases: «Desde allí hemos estado juntas compartiendo grandes momentos, éramos muy chiquitas«.
Angie Barroso (24 años) Abril Paez Nazar (20) han crecido y hoy no sólo están más maduras como artistas sino que han encontrado en su actividad más estímulos creativos: «Empezamos con la danza como hobbie, disfrutando. Pero con el correr de los años además de disfrutar ya hay otro compromiso que es eso del perfeccionamiento» cuenta Abril. «No podríamos seguir enseñando si no vamos aprendiendo. Nunca se termina de aprender» agrega Angie.
Como a la mayoría de los artistas la situación actual no pasa desapercibida: «Se extraña un montón el escenario, hemos tenido lindas experiencias on line para sumar, pero obviamente que no es lo mismo. A todos no está pasando de extrañar lo cotidiano, lo que uno estaba acostumbrado. Es parte nuestra, necesitamos el escenario» admiten.
Su actualidad las encuentra integrando la Escuela Mahaila Bellydance de la Sociedad Sirio Libanesa cuya Directora es Natalia Fernandez. «Nosotras formamos parte del ballet de la escuela y del staff de maestras que representa La Toma con el taller de danzas árabes, los días sábados a partir de las 18, este año en el club Pringles«.
Es domingo y una suave lluvia moja la localidad. Falta una hora para el mediodía y ambas encuentran un momento y lugar para hablar de las competencias que más recuerdan, de su paso por el escenario de Cosquín, de las galas virtuales y de cómo aquella primera experiencia de las que fueron tomadas de la mano de sus madres Marisa Nazar y Carmen Barroso les cambió la vida y marcó para siempre su forma sentir y expresarse.
Nota de audio completa: «Hay un agradecimiento a nuestras madres que nos acompañaron desde el día uno. Hemos tenido un apoyo que es muy importante»
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