«Chicha»: Amanecer y anochecer con «D10S» frente al hogar

¿Qué se siente abrir la puerta o la ventana de tu casa todos los días y tenerlo a él representado? ¿O correr la cortina y ver la imagen del más grande?.

Una de las pocas que puede contestar alguna de esas preguntas es ella, la dama que es envidia de todos los maradoneanos. La que desde este sábado disfruta frente a su casa del mural que la Municipalidad le encomendó a la artista María José de la Torre, emplazado en una de las paredes del Club Deportivo Pringles.

María Celia Villegas, la señora del título, cuenta: «Para mí es una emoción muy grande tenerlo al Diego frente a mi casa. Ya lo cuido, es una emoción grande la que siento«.

Pero lo que comparte no queda sólo en una mera descripción de sentimientos sino que tiene aristas llamativas, como por ejemplo el lugar donde pasó su juventud: «Vivía a unas cuadras del Diego, conocí a sus papás que eran personas muy humildes» .

Para la nota hace una pausa en el trabajo de la casa de comidas que junto a su familia tiene en la esquina de 25 de mayo y Pringles («Terr´vill») y relata que no sólo estuvo en el lugar donde vivió Maradona, sino que en su honor uno de sus hijos se llama igual que el más grande de todos.

No sólo son recuerdos los que describe en la entrevista sino que relata cómo vivió la concepción de la obra y todo lo que provoca en la gente: «Hemos hecho una linda amistad con ellos (por Majo y su novio). Me emociona muchísimo cuando pasa la gente y se para. Pasan cantando la canción del Diego. ¿Fotos? ya no sé cuantas se han sacado«.

Antes de terminar el contacto adelanta que entre labor y labor se hará un lugar para limpiar el sitio del mural porque ya siente que es parte de su patio y que esa figura está allí para que junto a su marido Juan, sus hijos Diego, Daniel y Milagros y sus nietos Mateo y Uma sean guardianes de la obra con la que la Capital del Ónix recordará por siempre a Maradona.

Nota de audio: El sentimiento por el ídolo y más recuerdos: «Mi marido siempre me contaba que iban a la escuela juntos con él y le decían negritos a los dos«.