El Gran Premio Argentino Histórico dejó su huella en la ciudad
El paso de la tradicional prueba automovilística como parte de tercera etapa de 288 kilómetros, convocó a fanáticos y seguidores de la XVIII edición de la competencia que reúne a los apasionados del volante de los clásicos.
La largada de la etapa se realizó desde Potrero de los Funes. Desde allí recorrieron El Durazno, El Trapiche, La Carolina y Potrerillos hasta llegar a la Capital del Ónix donde realizaron una neutralización de 60 minutos.
Estacionados en pleno corazón tomense, los autos clásicos de las distintas categorías atrajeron la atención decenas de vecinas y vecinos que disfrutaron del colorido espectáculo brindado por estas extraordinarias piezas del museo itinerante del Automovilismo Nacional que cobra vida con la pasión de los dueños de los autos, coleccionistas y mecánicos de distintos puntos de Argentina y Uruguay.
Durante la hora que estuvieron aquí, sus participantes y autoridades de la organización fueron recibido por las autoridades locales, con el Intendente Ernesto «Pipi» Alí a la cabeza. En la oportunidad, los referentes del premio nacional se llevaron obsequios que como no podía ser de otra manera fueron de mármol ónix.
Las máquinas que estuvieron en la ciudad son la historia casi centenaria del automovilismo y la razón por la que el Automóvil Club Argentino organiza esta carrera. La competencia concluirá el jueves próximo en la localidad de Pergamino, provincia de Buenos Aires tras alcanzar 1.457 kilómetros en diferentes recorridos, bajo estrictos protocolos y controles sanitarios e hisopados para todas las y los participantes de la competencia.
El Gran Premio Histórico mantiene activa la memoria de la historia de los Grandes Premios que el Automóvil Club Argentino comenzó a organizar allá por 1906, teniendo como protagonistas en distintas épocas a los mejores pilotos de todos los tiempos, como Juan Manuel Fangio, Toscanito Marimón, Carlos Reutemann, los hermanos Juan y Oscar Gálvez, entre otros.