Rosario y Michael: La aventura y la felicidad de casarse en tiempos de pandemia

Cuando el 20 de marzo se suspendieron abruptamente los casamientos y muchos de los registros civiles cerraron sus puertas por el aislamiento social, preventivo y obligatorio, hubo parejas que quedaron a la espera de su ansiado casamiento.

La Toma no quedó exenta de esta situación y pese a que a posterior el registro reabrió sus puertas, el esperado “sí, quiero” tuvo que esperar mucho tiempo para volver a ser noticia. Hasta este último viernes.

En una actualidad donde la sociedad se resguarda a costa de perder muchas de las cosas que son tradicionales, ellos decidieron apostar por un proyecto de vida en común y contrajeron matrimonio en las oficinas del Registro Civil local el viernes pasado al mediodía.

Rosario y Michael Villegas, que cumplirán cinco años juntos el mes que viene, cuentan: “hace un tiempo veníamos pensando en esto y en un tiempo tan difícil dijimos ¿por qué no casarnos? y demostrar que no todo está perdido, que la pandemia no podía arruinar los planes que teníamos”.

Como ellos mismos admiten más adelante no fue en el contexto que habían soñado, pero nada de eso les privó unirse en una ceremonia donde estuvieron presentes junto a ellos las dos empleadas del Registro, los dos testigos y los padres.

Las estrictas medidas sanitarias fueron los denominadores comunes de la ceremonia que los convirtió en marido y mujer ante la ley. “Tuvimos que sacar el turno previamente, después tuvimos al tanto de los protocolos, solamente 10 personas con barbijo, distanciamiento y todo eso” explica Rosario.

Michael cuenta que todo fue casi inmediato: “Nos enteramos que abría esta semana (por el Registro Civil), fuimos a preguntar el miércoles y nos dijeron que solamente se podía hacer el viernes. Nosotros nos queríamos casar un día lunes pero  dijimos ¿por qué no el viernes este? así que fue una decisión rápida y sólo lo supieron las personas que están más cerca nuestro”.

A casi un día de lo que vivieron dice que están “felices de haber hecho lo queríamos “ y todavía recuerdan partes de la ceremonia: “Perdé cuidado que nervios había, por más que había poca gente. No era lo que habíamos planeado porque hubiera sido lindo que estuvieran todos los familiares pero fue muy lindo” cuenta Michael.

La flamante esposa asegura que pese al estricto protocolo la emoción del momento se mantuvo intacta y que fue un sueño cumplido. “No fue lo que esperábamos pero lo importante era esto, el de unirnos a pesar de no poder estar con todos los que hubiéramos querido que estuvieran allí”.

Para la mayoría fue sorpresa porque no esperaban que un día para el otro tomáramos la decisión, pero lo sentíamos así y somos felices” culmina Rosario, con palabras cargadas de emoción.