Y un día después, “El Faro” se vino con nosotros

Tal como compartimos el domingo al mediodía en nuestras redes sociales, nuestra presencia en la 30 edición de los premios Nacionales “Faro de  Oro 2021” en Mar del Plata nos dejaba como profesionales una experiencia que nos permitió conocer a colegas de todas partes del país.

Los escuchamos, valoramos y todo nos sirvió, entre otras cosas, para comparar que tan cerca o lejos estamos de medios que en muchos casos cuentan con inmensos recursos y otros, como el nuestro que suplen muchas de esas cosas con pasión, ingenio y dedicación.

Estuvimos allí, lo disfrutamos, aprendimos y nos sentimos acompañados. Y  por eso en lo personal, escribíamos ayer, nos quedaba la enorme consideración e interés de todos los tomenses (y más) que día a día se informan, entretienen y son partícipes de «Identidad».

Pasamos un domingo de rélax, paseos y mates acompañados de cientos de mensajes de amigos que nos escribían para saludarnos. Por eso y porque queríamos agradecer a todos es que publicamos aquella nota de agradecimiento… y nos desconectamos un rato largo.

Pero a la noche, después de regresar de recorrer esta hermosa ciudad que está recuperando el brillo después del parate por la Pandemia, nos encontramos con un llamado de Olga Raquel Vázquez, cabeza de organización del evento. Cómo después del almuerzo le habíamos enviado un mensaje de voz  felicitándola por lo realizado, creímos su llamado tenía que ver con una devolución a nuestra salutación.

Sin embargo su necesidad de contactarnos tenía que ver con otra cosa, que no esperábamos: En un gesto enorme, nos comunicaba que por esas cosas de la organización de un evento tan grande, nuestro portal no había sido mencionado como ganador del rubro Página Web como en realidad debió haber ocurrido esa noche.

Así, increíblemente, nos fuimos a dormir sabiendo que el premio también se volvía con nosotros. Quisimos contarles sobre eso, pero el horario y las sensaciones encontradas nos hicieron ser prudentes.

Nos despertamos este lunes con otro llamado de Olga. Nos avisaba que en un rato venía al hotel donde estábamos hospedados para traernos la hermosa estatuilla que no pudimos recibir aquella inolvidable noche de sábado.

Otro lugar, otro contexto, otro momento. Sin embargo, no podíamos dejar de valorar el noble gesto de quien aquí en Mar del Plata y el país tiene un gran prestigio ganado. De hecho 3 décadas de trayectoria del premio que junto a Alfredo Oteman y su equipo organizan, hablan por sí solas de lo que significa para el país lo que ocurre cada año en “La Feliz” en cuanto a los medios de comunicación y cultura.

Tomamos la foto del momento. Lo miramos, lo tocamos, incrédulos. No tuvimos tanto tiempo para disfrutar el momento porque en unos minutos debíamos partir para la terminal.

Le escribimos esto en pleno viaje de regreso a casa. La noticia nos tomó de sorpresa y casi no tuvimos tiempo de procesar lo ocurrido. La cosa es que nos traemos un reconocimiento a lo que de antemano sabemos  ya tenemos: lectores, visitantes y seguidores fieles, comprometidos, que confían en nuestro trabajo. Para nosotros es un honor que nos elijan y deleguen la tarea de informarlos día a día con las cosas que nos pasan como comunidad.

Estamos seguros que nada de eso va a cambiar porque nos retroalimentamos y ya formamos una comunidad comunicacional propia, que día a día sigue creciendo.

Desde nuestra parte seguiremos comprometidos con el periodismo y la comunicación no sólo por ustedes sino porque amamos hacer esto.

Si esa noche nos tocaba hacer el agradecimiento en el escenario los íbamos a mencionar, junto a nuestra familia  y seres queridos. Cómo no pudimos, ahora con el premio en la mano  (y en las maletas) lo hacemos por este medio, que es el que nos une día a día.

Esa relación que mantenemos no variará porque seguimos siendo los mismos que vinimos a  Mar del Plata gracias a ustedes. Lo único que cambió respecto a esa postura es que de vuelta en una de nuestras valijas hay una estatuilla que hoy va camino para La Toma, la ciudad que se informa con nosotros.

Y gracias a la organización por semejante gesto que los ennoblece. Olga y su equipo tranquilamente podían haber hecho caso omiso a la cuestión y sin embargo hicieron lo contrario, nos llamaron aún sin saber si seguíamos aquí y vinieron a darnos la alegría que corona una viaje inolvidable.

Ojalá el año que viene nos toque volver. Hasta mientras, seguiremos intentando hacer los méritos para que así sea.

Gracias amigos, gracias ciudad… y vamos por más Identidad Tomense.